jueves, 14 de febrero de 2013

Ladran, luego cabalgamos


De las muchas heridas por las que sangra este país en este momento,  casi el cien por cien son causadas por el antipopulismo reinante representado por un gobierno que se tambalea, una oposición que tiene todo y más  que callar, unos partidos políticos aledaños, que están de porquería hasta las trancas y unos sindicatos que han optado por la mediocridad absoluta, consintiendo y callando y que tampoco representan y defienden al pueblo.

No sé como la Sra. Cospedal, se ha permitido la licencia escénica de soltar la lindeza de que: "Cuando la política con mayúsculas desaparece, o aparece el populismo o aparecen los generales".

¿Qué es política con mayúsculas, señora mía?, ¿Usted de que árbol se ha caído? Política con mayúsculas ¿es esta denigración constante al pueblo?, que sí, sépalo usted, es soberano y en ningún momento ha decidido que le gobierne un partido político lleno de chorizos, mangantes, mediocres y ladrones. Del mismo modo que tampoco espera que haya una avalancha de putrefacción y corruptela, mire donde mire, derecha, izquierda, nacionalismo o sindicatos, en el plantel político.

¿A qué están jugando intentando atemorizar al pueblo con semejante desfachatez verbal carente de raciocinio y cargada de amenaza? A día de hoy, cuando este “pueblo” maltrecho por una crisis, que pasó de no existir con el gobierno anterior, a tenernos abocados a un rescate económico, más allá del rescate bancario, que más que bancario, ha sido una extorsión en toda regla al “pueblo”, ese concepto que tan poco parece gustar al PP, a día de hoy, este pueblo no espera más que un tiro de gracia por parte de la clase política con mayúsculas de este país.

¿Ustedes no se pasean por las calles? ¿No oyen las noticias? Pues bien, le informo. Estamos al borde de los 6 millones de parados. Entre el 12 y el 13 de febrero, tres personas se han suicidado porque les desahuciaban de sus viviendas. Las tasas judiciales, se han incrementado hasta el punto de ser inaccesibles para la inmensa mayoría del “pueblo”, a menos que quieran arriesgarse a que, para pagar el coste de una querella legítima en defensa de sus derechos, les embarguen su casa y a posteriori les desahucien, que como ya le he dicho, se ha convertido en una práctica muy frecuente y cotidiana en este país que gobiernan y en el que dice usted que tenemos, política con mayúsculas a la que debemos cuidar.

Sepa usted, que no sólo hay desahucios y suicidios por ello, y los bancos se han convertido para el pueblo en los señores feudales de esta sociedad, a los que el pueblo les hemos reconstruido sus castillos con nuestras manos y nuestro esfuerzo, les vamos a subvencionar su rescate con nuestros impuestos y así podrán seguir ganando dinero a mansalva, a fin de que ellos sigan quitándonos nuestras casas, porque ellos son los soberanos ahora.

No, no solo hay eso y esas tasas imposibles. El pueblo, éste que tiene esa política con mayúsculas, sufre recortes en sanidad, importantes. Tan importantes, que las listas de espera para que a un enfermo le vea un determinado especialista de modo urgente, en mi comunidad autónoma, es de más de los 40 días. Y no, no hay protesta por el trato dispensado en urgencias o por parte de ningún profesional. En este sentido, los trabajadores de la sanidad, están haciendo todo y más, pero como bien sabe usted o debería saber, los recortes en sanidad que ha impuesto  su partido, ahora en el gobierno, están haciendo mucho daño, y cuando se trata de jugar con la salud de un pueblo, hay que hacer las cosas un poquito mejor desde ese lado, el de los políticos que hacen política con mayúsculas, es decir, ustedes, su oposición y el resto de partidos.

Podría hablarle de muchos casos y circunstancias en sanidad que el decoro me impide relatar aquí, sin faltar al respeto a nadie. Podría hacerlo, pero creo que es mejor recetarle a usted, a su familia y a todos los que hacen política con mayúsculas, algún genérico de esos que nos han metido como fármacos de obligación en las recetas, o sino, alguno de los fármacos de sustitución, obligatorios también, cuando los precisen, para que sean ustedes quienes en sus propias carnes, vean y noten las diferencias que hay con los fármacos que son obligados y los que han sustituidos. Que somos muchos los que tenemos claro, que no son lo mismo, ni hacen lo mismo unos y otros. Eso sí, se parecen, pero no tienen los mismos efectos (ni siquiera secundarios) en el enfermo que los necesita.

Además de todo esto, debería también estar al corriente de los recortes en educación. No, no se crea que este pueblo está molesto por ese empeño absurdo que tienen ustedes en que nuestros escolares estudien en un idioma o en otro. No nos van a engañar con fuegos de artificio. De lo que sí renegamos es de que ustedes haya convertido la educación de los escolares de este país, en moneda de cambio y arma arrojadiza, despreciando que ellos, por encima de políticas y nacionalismos, sean formados y educados para tener un nivel aceptable comparativamente con los escolares del resto de Europa, con lo que se les está ofreciendo para formarse.

De lo que si ha de renegar  el “pueblo” es de que hayan incrementado el precio de la universidad pública, hasta convertirla en un artículo de lujo. Es indignante que eso sea una medida impuesta por políticos que hacen política con mayúsculas y que si fuera necesaria tal medida, no hayan tenido ustedes resuellos para hacer nada más, que mirar para otro lado, igual que cuando ven que hay estudiantes hacinados en clases en las que no hay espacio más que para cien alumnos sentados y deben entrar cuatrocientos, si no quieren perderse esa clase.

Hemos de suponer acaso, que la querencia es que haya un paréntesis en la proliferación de universitarios en este país, es decir, cuatro años, su legislatura, en la que mengüe sensiblemente el número de jóvenes con titulación universitaria. ¿No creerán ustedes, que estas personas por no haberse formado en la universidad, en las próximas elecciones les van a votar, verdad? ¿No esperarán que se sientan satisfechos porque un gobierno en la época de los políticos que hacía política con mayúsculas, impidió su acceso a una carrera universitaria, porque ese gobierno, decidió que estudiar una carrera era un artículo de lujo? No hay problema, ¿verdad? Sus nietos y los nuestros, no serán nunca amigos, como las nietas de la Sra. Botella y las de la Sra. Aguirre.

Yo no sé como se le va quedando a usted el cuerpo señora, pero a mí, se me ha descompuesto el estómago. Me da repelús pensar que esta sociedad es la que debe estarse quietecita y calladita, no sea que los políticos de la política con mayúscula se inquieten y nos tengan que recordar eso de: "Cuando la política con mayúsculas desaparece, o aparece el populismo o aparecen los generales". Porque total, en esta situación, ¿Quién va a preocuparse de pensar en el pueblo? ¿Quién puede tener algo que le inquiete para protestar contundentemente?

Para más inri y por no dejar demasiados palos sin tocar, la situación de este país, sangra también por la corrupción. El pueblo se siente engañado, estafado, defraudado, porque mientras le han recortado todo lo imprescindible y necesario, y paga impuestos hasta por mirar el sol, aquí se indulta a cualquier mindundi que tenga amigos, padrinos o conocidos que paguen bien. El PP, ha concedido durante el año 2012 mas indultos que Adolfo Suarez en toda su legislatura, debería hacerles pensar algo a todos los políticos con mayúsculas, teniendo en cuenta la diferencia de circunstancias y sobre todo cuantos indultados hay en 2012, condenados por corrupción, cuántos eran del PP, y también un llamativo, el indulto de los “mossos d’esquadra”, condenados por torturas. De los indultos de 2013, ¿para qué hablar?, ya tienen ustedes bastante patata caliente con el conductor kamikaze.

A estas alturas de mi populista y humilde exposición, los políticos de la política con mayúsculas, si tuvieran un poco de vergüenza, ya tendrían ganas de esconderse, no sea que lo que pueda aparecer es un Robín Hood que se dedique a robar los coches de los garajes de quienes no saben que  los tienen y los sobres que nadie recuerda, para dárselo a los necesitados, que anda que no hay para repartir. Eso sí sería una medida populista, señora, pero en el mejor sentido de la palabra, porque nadie protestaría porque alguien le robara algo que nadie reconoce como propio, ni sabe de su existencia. También podría robar el dinero de los sobres, o no, de otros partidos políticos, ya que parece que esta es una práctica bastante frecuente y ¿cómo no?, el de los Eres que se extravió y así una larga lista, tan larga, como aquella de la que habló el Sr. Almunia el 28 de noviembre pasado y mucho más.

Sería el robo perfecto, que levantaría al país ¿no se ha dado cuenta? Nadie podría reclamar lo que nadie tiene huevos para admitir que existe y al final, el dinero volvería al pueblo, que ya sabe, muy a su pesar, y al de los políticos que hacen política con mayúsculas, es quien es soberano, les guste o no. Me parece mezquino amenazar a un pueblo que está cansado de ser esclavo de las miserias de una clase política corrupta, gobernantes, parlamentarios, gestores de bancos, jueces y sindicatos que se unen al carro de poner el cazo o callar como zorras agazapadas.

Deberíamos haber dejado de votar en la primera ocasión que dio esta democracia convirtiéndose en una democracia de sainete dando espacio a la corrupción, con el caso del “hermanísimo” y negarnos a votar mientras los valores éticos y morales de la clase política de  este país pasen por que alguien se gaste más de 100 € en confeti en una fiesta de cumpleaños de su familia, aunque sea la del sursuncorda,  o se consientan los indultos por parte del poder judicial que se consienten, orquestados por el gobierno, o simplemente haya quienes roben o se lucren de manera indecente y a cuenta del contribuyente y termine yéndose de rositas, indultados o no juzgados sin devolver un céntimo de lo conseguido de manera fraudulenta.

Y no creo que haya muchas ganas de hacer de salvapatrias de un país como este por parte de nadie, salvo de algún mezquino que pretenda tomar el relevo a los que ya han robado antes, mientras la política con mayúsculas que tenemos, de vergüenza ponerla hasta con minúsculas, por que muy a su pesar…a esto, no se le llama política, se le llama…

¿A ver si lo adivinan?



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