Que esta locura, diera un giro en
su devenir. Que la directiva, tomara un ápice de seriedad y responsabilidad en
su función gestora y olvidara las ensoñaciones patéticas de visionarios, sin
visión de futuro ni de presente, que habían llevado a un punto casi sin retorno
a la entidad, o por decisión propia, o por imposición del FROB. Y algo, hiciera
que esta debacle, no se consumara.
Esperábamos, tanto por el bien de
la entidad, como y sobre todo, por el bien de los trabajadores, que alguien
pusiera un punto de sensatez a esta locura, a esta sinrazón, que por fin
permitiese a los trabajadores ejercer su profesión como auténticos profesionales,
no como mediocres siervos a las órdenes de una cuadrilla de inconscientes,
insensatos y faltos de profesión, que en su momento, como auténticos sicarios,
entonaron “la canción del pirata”, sin más ley que “la fuerza del viento” conceptuada
así, por lo confusa y continuamente variable de su intensidad y dirección.
No ha habido cambios en la
gestión. Es más, si cabe, en los últimos meses, este devenir alocado e
irracional de continua situación contradictoria y encontrada, de la que tanto
se quejan los trabajadores, se ha intensificado hasta límites que hielan la
sangre. ¿Directrices?, no, gracias. Hoy una y mañana otra, pasado quién sabe. Hoy
venden ustedes sartenes, mañana crece pelos.
La seriedad ante el cliente se ha puesto en
entredicho. ¿La confianza?… eso es harina de otro costal.
Si ya es difícil vender, con una
imagen dañada hasta el exceso por ser una entidad intervenida, con unas
circunstancias cuando menos dudosas, con unos trabajadores marcados por la
incomodidad, la inseguridad, el hastío y el desgaste que supone no saber qué
vas a encontrarte vendiendo mañana.
Si con todo eso, a demás, tienen que vender, más
que como comerciales de raza, como vendedores de feria, a punto de tener que
regalar la plancha, el juego de café y la muñeca chochona, para que les compren
el seguro de deceso que toca esta semana, la desconfianza que generan, es
absoluta.
Es muy probable que mañana, ya no
podamos decir esto. El devenir de la situación, parece ponerse en zona caliente
y los rumores apuntan a que en breve se oirá el
pistoletazo de salida del ERE, si es que no se ha dado ya y nos
sorprenden mañana con todos los acuerdos a los que han llegado en desayunos,
comidas, cenas y pasillos durante este fin de semana.
Por eso antes de que llegue ese
momento o esa situación sea clara y pública y se monte el follón de un ERE
exprés, para que algunos puedan pillar condiciones para los prejubilados y
beneficiar a la zona geográfica de su red que más prejubilables tiene y a su
supersindicato, con lo que habría que rematar antes del 1 de Abril, o sigamos
esperando al sustituto que el FROB coloque, que venga como Jack el destripador. Antes de
eso, queremos hacer algunas reflexiones que cuando este tema se haya liado, ya
no nos dará espacio a hacer.
Entendemos que los clientes estén
cabreados. Cómo para no estarlo. Es razonable el cabreo y más el de todos
aquellos que se encuentran con sus ahorros en el limbo, los necesiten o no. El
de los que llegan a su oficina y sus comerciales son como “otros”, con la cara de los de antes, pero con más
ojeras y menos buen rollo. El de los clientes que se preguntan “Pero estos,
¿qué coño hacen aquí, aguantando marea intentado venderme algo, si mañana van a
estar en la cola del paro?”. Entendemos
el cabreo de los clientes porque sufren un daño innecesario e injustificable
más allá de una gestión lamentable, que no ha de pesar solo sobre quienes han
cometido el desastre, sino también debe pesar sobre quienes lo han consentido.
Y sobre esos consentidores y
actores, debe pesar también otro daño innecesario, que es el que se está
infringiendo a los trabajadores. Más allá del daño moral de relegarles a la
subespecie de vendedores de humo de colores y de pompas de jabón, está el daño
de mantenerles en esa situación durante muchísimo más tiempo del que seguramente,
gestores y secuaces, aguantarían, atendiendo día a día a los clientes y vendiéndoles
cada semana una cosa nueva, con la espada de Damocles del cierre sobre la
cabeza de cada uno.
No creemos que se haya dado valor
real al desgaste que produce en una persona, todas las situaciones que esta
plantilla está viviendo. Es de absoluta desidia que esta situación se haya
alargado de manera tan desconsiderada, para conseguir solamente ¿trabajadores
entregados que lo único que quieran es irse y terminar?.Es deleznable si ese ha
sido el criterio. Si obedece a deseos más oscuros, esperamos que la sociedad
sepa valorar este daño y sus razones y no deje de juzgar adecuadamente a sus
promotores por haber tenido a la plantilla casi un año sin respuestas, sin
futuro, pendientes de unas directrices seguras y razonables que nunca han
llegado.
No llegamos a entender como El
FROB, ha permitido mantener la misma gestión sobre esta entidad que ha hecho
que quebrara de manera tan sonora.
¿Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria?.
Bien, el Fondo está por ver.
Reestructuración: vale, se lo
compramos por aquello de los miles de empleados de banca que ha echado a la
calle y sobre todo por el dinero que prestó ya hace algunos años a CataluñaCaixa,
a la que suponemos, ha tutelado de forma directa o indirecta hasta llegar aquí.
Ordenada: Tenemos conceptos
diferentes de orden. Orden es ¿ahora subastamos CX? ¿Ahora suspendemos la
subasta? ¿Ahora volvemos a subastarla? ¿Ahora la subasta se suspende otra vez?.
¿Tengo unas directrices marcadas por Bruselas para este banco, pero no se lo
cuento a ver lo que pasa si no suspendo la subasta, pero luego la suspendo?.
Perdonen, pero orden, lo que se dice orden, pues va a ser que no.
Bancaria: Pobre FROB, lo que ha
tenido que ordenar en muchos casos parece más un carnaval desordenado y lleno
de piratas y sus acólitos, que lo que se venía llamando bancos.
Ahora queda, que El Sr. FROB, sea
justo. Y eso, lo veremos. Porque la cosa apunta maneras de que, o se firma ese
ERE exprés que perjudicará menos a unos que a otros, o de no ser así, veremos
qué condiciones deja a los trabajadores que tendrán que acarrear las
consecuencias del ERE. Lo justo sería que fuesen al menos las mismas que los
trabajadores de otras entidades nacionalizadas, pero por el momento, puede que
no sean ni parecidas. Al final, trabajadores y clientes, serán los grandes
perjudicados de esta historia, por decisiones tomadas para salvar el culo a los
que no han gestionado nada, más que su propio enriquecimiento y su propia
comodidad.
Dejemos de lado en este momento la
información de la mala praxis de algunos sindicatos, falta de transparencia por
parte de la entidad, soberbia por parte de los DZ y DT y falta de delicadeza
con los compañeros que están con un pie en la calle, o casos demasiado claros
de enchufismo sucio para algunos que han sido trasladados de la noche a la
mañana, para hacerles un poco más intocables en territorios que no serán
devastados. Dejemos desmanes y desastres cometidos a las claras, en una empresa
en que el premio al pelota del mes o al estupendo del mes, están a punto de
hacerse oficiales. Dejemos espacio para que si hay ética en esta profesión, se
imponga por si misma.
Con lo fácil que lo tenía CX y el FROB, para quedar bien y para hacer las cosas que “pareciera”
que estaban bien hechas, qué lástima lo mal que lo están haciendo. Veremos cómo
termina esta historia.