lunes, 18 de marzo de 2013

Catalunyacaixa...los últimos silencios

Cuando hemos ido relatando las noticias, poniéndoles nuestro punto de opinión, sobre CatalunyaCaixa, nunca pensamos que llegaríamos a este punto. O si. Pero teníamos la esperanza de que pasaran cosas.

Que esta locura, diera un giro en su devenir. Que la directiva, tomara un ápice de seriedad y responsabilidad en su función gestora y olvidara las ensoñaciones patéticas de visionarios, sin visión de futuro ni de presente, que habían llevado a un punto casi sin retorno a la entidad, o por decisión propia, o por imposición del FROB. Y algo, hiciera que esta debacle, no se consumara.
Esperábamos, tanto por el bien de la entidad, como y sobre todo, por el bien de los trabajadores, que alguien pusiera un punto de sensatez a esta locura, a esta sinrazón, que por fin permitiese a los trabajadores ejercer su profesión como auténticos profesionales, no como mediocres siervos a las órdenes de una cuadrilla de inconscientes, insensatos y faltos de profesión, que en su momento, como auténticos sicarios, entonaron “la canción del pirata”, sin más ley que “la fuerza del viento” conceptuada así, por lo confusa y continuamente variable de su intensidad y dirección.

No ha habido cambios en la gestión. Es más, si cabe, en los últimos meses, este devenir alocado e irracional de continua situación contradictoria y encontrada, de la que tanto se quejan los trabajadores, se ha intensificado hasta límites que hielan la sangre. ¿Directrices?, no, gracias. Hoy una y mañana otra, pasado quién sabe. Hoy venden ustedes sartenes, mañana crece pelos.

 La seriedad ante el cliente se ha puesto en entredicho. ¿La confianza?… eso es harina de otro costal.
Si ya es difícil vender, con una imagen dañada hasta el exceso por ser una entidad intervenida, con unas circunstancias cuando menos dudosas, con unos trabajadores marcados por la incomodidad, la inseguridad, el hastío y el desgaste que supone no saber qué vas a encontrarte vendiendo mañana.
 Si con todo eso, a demás, tienen que vender, más que como comerciales de raza, como vendedores de feria, a punto de tener que regalar la plancha, el juego de café y la muñeca chochona, para que les compren el seguro de deceso que toca esta semana, la desconfianza que generan, es absoluta.

Es muy probable que mañana, ya no podamos decir esto. El devenir de la situación, parece ponerse en zona caliente y los rumores apuntan a que en breve se oirá el  pistoletazo de salida del ERE, si es que no se ha dado ya y nos sorprenden mañana con todos los acuerdos a los que han llegado en desayunos, comidas, cenas y pasillos durante este fin de semana.


Por eso antes de que llegue ese momento o esa situación sea clara y pública y se monte el follón de un ERE exprés, para que algunos puedan pillar condiciones para los prejubilados y beneficiar a la zona geográfica de su red que más prejubilables tiene y a su supersindicato, con lo que habría que rematar antes del 1 de Abril, o sigamos esperando al sustituto que el FROB coloque,  que venga como Jack el destripador. Antes de eso, queremos hacer algunas reflexiones que cuando este tema se haya liado, ya no nos dará espacio a hacer.

Entendemos que los clientes estén cabreados. Cómo para no estarlo. Es razonable el cabreo y más el de todos aquellos que se encuentran con sus ahorros en el limbo, los necesiten o no. El de los que llegan a su oficina y sus comerciales son como “otros”,  con la cara de los de antes, pero con más ojeras y menos buen rollo. El de los clientes que se preguntan “Pero estos, ¿qué coño hacen aquí, aguantando marea intentado venderme algo, si mañana van a estar en la cola del paro?”.  Entendemos el cabreo de los clientes porque sufren un daño innecesario e injustificable más allá de una gestión lamentable, que no ha de pesar solo sobre quienes han cometido el desastre, sino también debe pesar sobre quienes lo han consentido.


Y sobre esos consentidores y actores, debe pesar también otro daño innecesario, que es el que se está infringiendo a los trabajadores. Más allá del daño moral de relegarles a la subespecie de vendedores de humo de colores y de pompas de jabón, está el daño de mantenerles en esa situación durante muchísimo más tiempo del que seguramente, gestores y secuaces, aguantarían, atendiendo día a día a los clientes y vendiéndoles cada semana una cosa nueva, con la espada de Damocles del cierre sobre la cabeza de cada uno.

No creemos que se haya dado valor real al desgaste que produce en una persona, todas las situaciones que esta plantilla está viviendo. Es de absoluta desidia que esta situación se haya alargado de manera tan desconsiderada, para conseguir solamente ¿trabajadores entregados que lo único que quieran es irse y terminar?.Es deleznable si ese ha sido el criterio. Si obedece a deseos más oscuros, esperamos que la sociedad sepa valorar este daño y sus razones y no deje de juzgar adecuadamente a sus promotores por haber tenido a la plantilla casi un año sin respuestas, sin futuro, pendientes de unas directrices seguras y razonables que nunca han llegado.

No llegamos a entender como El FROB, ha permitido mantener la misma gestión sobre esta entidad que ha hecho que quebrara de manera tan sonora.

¿Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria?.
 Bien, el Fondo está por ver.
Reestructuración: vale, se lo compramos por aquello de los miles de empleados de banca que ha echado a la calle y sobre todo por el dinero que prestó ya hace algunos años a CataluñaCaixa, a la que suponemos, ha tutelado de forma directa o indirecta hasta llegar aquí.
Ordenada: Tenemos conceptos diferentes de orden. Orden es ¿ahora subastamos CX? ¿Ahora suspendemos la subasta? ¿Ahora volvemos a subastarla? ¿Ahora la subasta se suspende otra vez?. ¿Tengo unas directrices marcadas por Bruselas para este banco, pero no se lo cuento a ver lo que pasa si no suspendo la subasta, pero luego la suspendo?. Perdonen, pero orden, lo que se dice orden, pues va a ser que no.
Bancaria: Pobre FROB, lo que ha tenido que ordenar en muchos casos parece más un carnaval desordenado y lleno de piratas y sus acólitos, que lo que se venía llamando bancos.

Ahora queda, que El Sr. FROB, sea justo. Y eso, lo veremos. Porque la cosa apunta maneras de que, o se firma ese ERE exprés que perjudicará menos a unos que a otros, o de no ser así, veremos qué condiciones deja a los trabajadores que tendrán que acarrear las consecuencias del ERE. Lo justo sería que fuesen al menos las mismas que los trabajadores de otras entidades nacionalizadas, pero por el momento, puede que no sean ni parecidas. Al final, trabajadores y clientes, serán los grandes perjudicados de esta historia, por decisiones tomadas para salvar el culo a los que no han gestionado nada, más que su propio enriquecimiento y su propia comodidad.

Dejemos de lado en este momento la información de la mala praxis de algunos sindicatos, falta de transparencia por parte de la entidad, soberbia por parte de los DZ y DT y falta de delicadeza con los compañeros que están con un pie en la calle, o casos demasiado claros de enchufismo sucio para algunos que han sido trasladados de la noche a la mañana, para hacerles un poco más intocables en territorios que no serán devastados. Dejemos desmanes y desastres cometidos a las claras, en una empresa en que el premio al pelota del mes o al estupendo del mes, están a punto de hacerse oficiales. Dejemos espacio para que si hay ética en esta profesión, se imponga por si misma.

Con lo fácil que lo tenía CX  y el FROB,  para quedar bien y para hacer las cosas que “pareciera” que estaban bien hechas, qué lástima lo mal que lo están haciendo. Veremos cómo termina esta historia.




lunes, 11 de marzo de 2013

Catalunyacaixa...Vacuna contra el despotismo, por favor

Los ejercicios de comunicación que realiza esta entidad, son para dejar estupefacto a cualquiera.

Se diría, que en algún rincón olvidado de su central, existe un oculto pasadizo por donde acceder a una minúscula habitación, donde un ser de baja estatura, de color verde, con ojos saltones, sin párpados y con un enorme y desproporcionado cerebro metido en una escafandra de cristal, está dedicándose desde hace 5 años, a experimentar para su próxima misión: infundir el terror entre los terrícolas, para finalmente invadir la tierra y fundir a todos sus habitantes.Y qué mejor práctica que hacerlo con los trabajadores de Catalunyacaixa.

Ha pasado una semana desde la suspensión de la subasta. Esa subasta Guadianesca y de difícil calificación que va sorprendiéndonos cada día un poco más, a medida que vamos conociendo sus circunstancias. Ha pasado una semana y todo lo que ha acontecido en estos siete días parece más un cúmulo de despropósitos contra los trabajadores que ninguna otra cosa.

El jueves pasado, Adolf Todó y su consorte Jaume Masana, escenificaban por videoconferencia su grotesco y retorcido acto de venganza final para con todos sus empleados, comunicándoles que el barco se había hundido, que ellos se iban y que ahí se quedaban sus empleados. Ya serían otros los que irían diciendo lo que pasaría con su futuro.

¿Las consecuencias de ese ejercicio de “responsabilidad” directiva? Pues las que buscaban, porque no podían ser otras, si lo que ofrecen a sus empleados es angustia, incertidumbre, desfachatez y gala de una inmunidad, por atreverse a una declaración así, habiendo dirigido la entidad los últimos 5 años.

Pero es de imaginar que las prácticas comunicativas del “bajito de color verde” no terminaban ahí y que su plan iba mucho más lejos. ¿Qué mejor manera de rebajar la incertidumbre sobre su futuro a los empleados?

Pues esta vez, sin la “cercanía, confianza y liderazgo” que habitualmente transmite la imagen de sus directivos. Así que nada mejor que algo tan “profesional” y “mercenario” que difundir un documento escrito con el “corta y pega” parcial e interesado, del plan de reestructuración establecido por Bruselas para Catalunyacaixa, y así, que todos sus empleados se den por enterados, “aproximativamente”, que los de la Expansión van a morir todos y los de Catalunya no pocos.

Seguro que cualquier docto prócer de ESADE o de cualquier Universidad, por marciana que fuese, corroboraría que el propósito de dicha comunicación, ha sido satisfactoriamente cumplido: la Dirección de Catalunyacaixa ha conseguido no tener a todos sus empleados en la incertidumbre, sino sólo a 2.000 o 3.000 de ellos en el corredor de la muerte en espera de cita con su despido. Misión cumplida.

Es de imaginar que el color naranja con el que se identifican algunos de ellos, ha sido un factor clave para elegir esta forma de comunicarlo: pasillo de la muerte y el mono naranja. ¡Qué desafortundamente apropiado¡  

Por si eso fuera poco, aún más abyecto y despreciable, es que han precedido el texto de dicha comunicación, con un apartado sobre la excelente solvencia  valor y muchísima liquidez de la entidad. Adornándola además con una retahíla de excelentes ratios, que mejor no profundizar en ellos no sea que, sean obra del constructor de la casita del primer cerdito del cuento.

No se puede entender como aun a estas alturas, nadie ha comunicado a la plantilla, de modo completo, cual es el contenido del plan de reestructuración establecido por Bruselas para Catalunyacaixa y al que el FROB se ha comprometido.

Nadie, ha dado el paso de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. A pesar de que algún sindicato ha contado parte. Pero completamente, con cifras y fechas, nadie. Es un tanto lamentable que conociendo todos la situación, las circunstancias y el plan, nadie tenga suficientes arrestos para decir  “Señores empleados, esto es lo que hay”.

Supongo que aun habrá alguien que pensará que se hace por defender la moral de la tropa. Si alguien tiene estómago para pensar eso, mejor que tire un poco de su vergüenza y lo piense dos veces antes de decirlo en alto, no sea que cualquiera le conteste ¿Qué moral?

¿Qué moral le puede quedar a la plantilla, después de la suspensión de la subasta, y tras la comunicación vía videoconferencia de sus “jefes” rindiendo los trastos de matar al Frob y desentendiéndose de toda circunstancia venidera que pudiera acaecer a su plantilla? ¿Qué moral le puede quedar a la plantilla de Catalunya si no sabe quién, cómo y por qué le puede tocar perder su empleo? ¿Qué moral le puede quedar a la plantilla de la Expansión si son como la lista de Schindler, y están marcados sí o sí, para perder todos su empleo?

No se puede obviar tampoco la actividad de los sindicatos que han llenado circulares de palabras vacías y viciadas, pregonando unidad sindical en defensa de todos los trabajadores y no la han cumplido ni en la primera reunión en la que, convocada por el sindicato mayoritario, no ha contado con todos los sindicatos para formar la primera mesa de conversación.

¿Será que aquí también el “bajito de color verde” está practicando, o es el de color naranja? 

Sería un error comprobar, que de la misma forma que la directiva convirtió a Catalunyacaixa en su instrumento personal y de poder, ahora, los sindicatos conviertan en el suyo particular, la negociación del plan de reestructuración y la defensa de los empleados.

Podemos permitirnos el lujo de entender, sin demasiado esfuerzo, el ánimo de la plantilla. Más si como se ve por los comentarios de los lectores de los blogs que pulsamos el tema de CX, leemos que la tónica de los DZ, lejos de posicionarse en el que debería ser su cometido como “superiores inmediatos” y estar al lado de los compañeros, mostrar su empatía, su ánimo de ayuda, de buscar soluciones y de ampararlos, siguen ejerciendo de martillo de herejes como auténticos sicarios justicieros de una jerarquía que ya no existe. Tal vez, porque son incapaces de aceptar otro rol que no sea el de castigadores, ejerciendo una ordenanza que ya no tiene sentido por estar ya condenado a la extinción.

No tenemos tampoco la noticia que nos encantaría comunicar, y es que los trabajadores, uno por uno, ha tenido la voz de un sindicalista llamándole, a él, como empleado, preocupándose por su circunstancia, por cómo vive esta situación, poniéndose a su lado y a su disposición para intentar hacer lo más llevadero posible este tramo del camino.

Sería triste que, ni los sindicatos, ni los sindicalistas, no vayan más allá de las meras comunicaciones despersonalizadas vía correo electrónico. Porque ahora mismo, la plantilla de CX necesita más.

Necesita la empatía, la cercanía y la compañía de cualquiera que le dé un mínimo de apoyo. Cualquiera que se ponga a su lado y le diga “no estás sólo” y “hasta el final estaré contigo”. ¿Por qué hasta el final? 

La historia de CX  es sin duda la de un continuo no final. Nada ni nadie llega hasta el final ni al fondo de las circunstancias. Todas las situaciones son inconclusas. Nadie se hace responsable de la situación de CX y el capitán cede el mando del barco, sin llegar al final de su responsabilidad sobre toda la tripulación, dejando a todos con la incertidumbre de que pasará al final.

La subasta, se suspendió antes de verano, y ahora, sin saber con certeza el por qué, vuelve a quedar inconclusa y suspendida de nuevo. Habrá una reestructuración, pero nadie dice cómo, cuándo y cuántos sufrirán en sus carnes tal circunstancia, ni cuál y cuándo será su final. En esto, no valen las horquillas de 1.000 empleados más o menos, ni desde ya hasta dentro de 3 años.

Es como los cuentos inconclusos de Tolkien, con la diferencia de que aquí, ninguno de los guionistas deja su cometido por obligación, sino por razones mucho más mundanas, y nadie sabe quién ni cuándo concluirá esta historia interminable, que ya se ha convertido en la quintaesencia de la falta de respeto a la plantilla por parte de todos los que han intervenido en ella como guionistas.



viernes, 8 de marzo de 2013

Catalunyacaixa: El Capitán se va de Vareta


Todos los empleados, esperaban con expectación, la prometida videoconferencia de Adolf Todó la tarde de ayer jueves, con la esperanza de que por fin, alguien diera la cara y un poquito de información que calmase los ánimos e inquietudes en los empleados de Catalunyacaixa.

Pues nos ha salido rata. Sí , sí. He dicho rata, no rana. Nos ha salido rata, porque a lo máximo que ha llegado la comunicación es a algo así, como que…el capitán abandona el barco….pero sin fecha. Suponemos que por que tendrá que pertrechar adecuadamente su flotador, para asegurar su futuro y eso le llevará lo suyo, o al menos, al parecer, algo más que su desgastado tiempo de dos días en Madrid, luchando a brazo partido, por entregar su dirigida, a cambio, nos tememos, de que no le toquen la “butxaca”.

Eso si, hoy el capitán, se nos ha presentado con americana y telonero, pero sin infusión. Todo un alarde de calma y de no necesitar generar confianza entre los suyos ¿Para qué?

Para que va a intentar generar confianza y cercanía, si ya no se fía de él, ni el tato. Si ya, todos sus trabajadores, sus clientes, sus homónimos en otras entidades –todas las que se peleaban por CX- y hasta el maestro armero, saben que no es de fiar. Que el “botiguer”, es lo que es  y te vendería a su prima, conservada en formol, con tal de que nadie le toque sus “diners”.

A partir de este mínimo detalle, todo lo demás, es el escalofriante relato de la cretindad, del curso intensivo que ha tomado de Pilatos, lavándose las manos y escurriendo el bulto, diciendo que el había hecho todo lo que había estado en su mano, pero que no había podido ser. Y quien a partir de ahora, la responsabilidad de lo que deviniera a la plantilla, no era suya.
Hay que tenerlos cuadrados. Soltar con total inmutabilidad que en breve, comenzaran a hacerse efectivos los requerimientos de Bruselas y que el, no era el culpable, sino los que quedaban al “mando” de la entidad, es decir, el Frob y Bruselas.

Tratamiento de estúpidos se ha dado a todos los que escuchaban semejante falacia y tomadura de pelo. Lo debido, hubiere sido que alguien le hubiera preguntado cuál era la razón principal de que fuese ahora el Frob, el mentor de la entidad y quien decidía su futuro y con él, el de los empleados. Digno y decente hubiera sido que con un mínimo de humildad, hubiera reconocido su nefasta gestión, su insuficiente previsión y su tremendo ensoñamiento tanto en la dirección de CX, como en el de los sueldos adjudicados tanto a su persona como a toda la cúpula directiva. Honesto hubiera sido pedir disculpas por haber capitaneado un barco de 7200 trabajadores, como si fuera una patera en el estrecho, sin timón y sin más condición que un destino idílico, que no real, que solo ha sido tal destino para su enriquecimiento y el de su cuadrilla.

Peor que cualquier bucanero, con su barco cargado de forajidos, ha dedicado su empeño personal a su propio lucro y a jactarse del sometimiento que infringía en su plantilla por medio de sus DT y DZ, aguerridos piratas lameculos y trepas, que han suplido sus carencias y complejos, atenazando a todo aquel que ponían a sus órdenes, para que les hicieran el trabajo sucio, como auténticos miserables incapaces de pensar por si mismos y de aplicar una milésima de moral y de ética a su trabajo y mucho menos un mínimo de respeto por sus compañeros.

Espero que los lectores, sepan entender mi nula consideración con estos personajillos que al igual que sus jefes-amos, han representado el papel más mediocre, indecente y vergonzoso de esta entidad, obligando a personas decentes a comportarse bajo patrones que atacaban directamente contra su ética y su conciencia, argumentando y amenazando con que o cumplían, o terminarían comiendo de los contenedores.

Con esta comparecencia detrás de una pantalla, a lo Rajoy o a lo Darth Vader, desde el lado oscuro, sin Cospedal de telonera, sustituida por su agradecido Miniyo, el espectáculo ha empezado a partir de que ha cortado la comunicación de modo frio y distante, con un subyacente “ahí os quedáis, que os vaya bonito”.

Pues ahora empieza el problema para la plantilla y con esta bofetada de realidad via digital, no queda otra que posicionarse para defenderse de lo que sus mercenarios directivos no han sido capaces de defender como merecía el esfuerzo y la entrega de sus empleados.



jueves, 7 de marzo de 2013

Catalunyacaixa...Toca tomar posiciones


Hay terquedades que no tienen límites para el desconsuelo, y hay desastres que siempre tienen un autor, una inequívoca responsabilidad y, lamentablemente, unas graves consecuencias. Este es el caso de Catalunyacaixa.

 Vista desde fuera y tan sólo con valorar lo que se ha ido conociendo de ella a través de la prensa en estos últimos meses, su historia, es la lenta y bochornosa caída de un gigante de paja cubierto en llamas. Como una falla, a la que muchas manos – las de sus Directivos especial y notoriamente-, han ido prendiendo poco a poco para único y absoluto  beneficio propio. Hasta que ayer, día 5 de marzo, le llegó su “cremà” particular al quedar desierto su segundo intento de subasta.

Una falla de 7.200 trabajadores, de 1.100 oficinas, de 40.000 titulares de Preferentes, de 6.708 millones de activos tóxicos traspasados al SAREB, de casi 12.000 millones en pérdidas, de un patrimonio neto negativo de 6.674 millones, de avales por 10.760 millones y de 12.050 millones en inyecciones de capital… ¿falla o fallón?

Y estos son los hechos conocidos, los que no se puede ocultar porque sus dimensiones son descomunales y porque la trayectoria de Catalunyacaixa tiene un punto final: ostentar el puesto de ser, en comparación a su tamaño, la peor entidad financiera de este país, con diferencia.

¿Cómo se llega a este punto? ¿Quiénes son los responsables? ¿Esto terminará con la “cremà” de este engendro de falla y luego cada uno para su casa? ¿Lo atribuimos todo al mangoneo político al que desde siempre se han visto sometidas todas las cajas incluyendo  Catalunyacaixa? ¿Cuáles y cuantos, son los hechos no conocidos?

Es de imaginar que ayer, todos los empleados de Catalunyacaixa acudieron a trabajar con el corazón en un puño por la noticia de la suspensión de la subasta y sus consecuencias para su futuro laboral inmediato. Es normal. Llevan así casi un año.  Es fácil imaginarse a todos, abriendo rápidamente sus ordenadores, esperando encontrarse con alguna comunicación de Dirección que pudiese aliviar su preocupación.

También es fácil imaginar que, para una Directiva que ha decepcionado a sus trabajadores constantemente, hacerlo una vez más, no es un problema. Por lo que los empleados no se encontraron ningún tipo de explicación ni comentario. ¿Para qué, verdad? Tan sólo 6 horas más tarde, recibieron un escueto correo, con unos enlaces a las declaraciones del Sr. De Guindos, sobre la extremada solvencia de Catalunyacaixa, como ejemplo y uso  argumentario a utilizar con los clientes.

Bueno, también recibieron una convocatoria para una videoconferencia para este  jueves  a las 19:45 de la tarde, que ojalá sea para que puedan presenciar en directo, esta vez, no la caída de nadie de la estratosfera en paracaídas, sino la de Adolf Todo, Jaume Masana y algún acólito más de su comité de Dirección. Eso sí, esperemos que sea sin paracaídas y por dimisión forzada, por si así, es posible ahorrar algún dinero de su estratosférica, inmerecida e indecente indemnización y blindaje. Ya veremos cómo lo cuentan.

Si cuando ya todo está hecho, el desastre consumado y las brasas con los restos humeantes de Catalunyacaixa ya están esparcidos sin posibilidad de solución, una Directiva se comporta así con sus empleados, ¿qué no habrán hecho antes?

La creencia de este blog, es que tienen que haber sido muchas, muy relevantes y absolutamente nefastas las actuaciones de esa dirección, por ser la última y con la responsabilidad en estos últimos 5 años de gestión. Cómo ya hacíamos referencia en una entrada anterior, basta con pasearse por este y otros blogs y leer los comentarios, para que la recopilación de estas actuaciones asuste y se caiga en la cuenta de que la directiva, podrían ser objeto de responsabilidad civil o penal por sus consecuencias en el desmantelamiento y quiebra de Catalunyacaixa y en perjuicio de muchos de sus clientes. ¿Quién tiene la información de esas actuaciones? ¿Por qué no se dan a conocer?

 Para los empleados de Catalunyacaixa es ahora el momento de hacerlo, porque a 3.000 de ellos se les echará a la calle a corto/medio plazo y será recibiendo una “recompensa” por su esfuerzo, que no va a tener en cuenta ni ser proporcional de quién es la culpa de que ellos se vayan a la calle.

Abrimos este blog para, ser receptores de estas situaciones desde la confidencialidad y discreción más absoluta, y  canalizarlas a las plataformas correspondientes que nos respaldan, que con más medios y conocimiento puedan hacer uso de ellas de forma adecuada, para conseguir todo lo que sea posible, en beneficio de los trabajadores de la entidad y sobre todo, justicia.

Porque al final, y aunque sea un paso loable para el escritor de un blog escribir sobre algo que le provoca un profundo rechazo, una injusticia o un agravio, y siempre sea de agradecer que el lector de ese blog se implique con sus aportaciones y comentarios, en este caso hace falta algo más concreto y tangible.

No estamos solos y tanto las plataformas que nos respaldan como otros amigos blogueros, están colaborando abriendo sus puertas a este camino. Sería una lástima que lo que tiene que ocurrir con Catalunyacaixa y sus empleados fuese un guión ya escrito, por otros, que no son los afectados, sino los culpables.

Os adjuntamos algunos blogs que han tratado de forma habitual la situación de Catalunyacaixa y que iremos ampliando en esta misma entrada: el de Ramiro Franco y el de Exbilderberg

Disponéis de puerta abierta para todo aquello que podáis aportar y que consideréis que pueda tener valor, vía el email de este blog.


Adjuntamos algunos links de interés que sobre este tema están inundado internet. Se irán añadiendo más:

lunes, 4 de marzo de 2013

Catalunyacaixa: Su-Basta (DEP)

Pues no será porque no lo habíamos dicho, justificado, razonado y argumentado. Nos habían hecho tontear con el Banco de Santander, con el BBVA, con el Sabadell, con el Popular, con la Kutxa y su consorte, el fondo JC Flowers. Pero al final, las “flowers” se las han lanzado, y en todo el morro, a De Guindos: ¡Qué no, qué no queremos este muerto!

Una cosa es quedarse sin el concierto estelar en la fiesta mayor de tu pueblo, y otra bien distinta, que ni se presenten los músicos. Claro que en este caso, sería mejor decir que han “pasado” y de largo.  Vamos, algo así como antaño y cinematográficamente, le pasó a todo un pueblo con un tal Mr. Marshall. Porque eso es lo que le han hecho al Sr. De Guindos: un “Mr. Marshall” en toda regla para un peliculón, pero esta vez, de serie “Z” al menos.

Se antoja muy difícil adivinar quién lo estará pasando peor con tal noticia. Si el Sr. Ministro, el FROB, Adolf  Todó y su segundo, Jaume Masana con su comité de dirección. Pero a tenor de la calidad demostrada en el resultado de su gestión, a estos últimos, seguro que les importa un huevo y parte del otro.

Para que nadie pueda tildar este blog de irreverente e irrespetuoso, aquí un pequeño tributo a la situación (hasta se ha omitido el habitual vídeo musical de acompañamiento, en señal de duelo).



viernes, 1 de marzo de 2013

Catalunyacaixa… ¿Y ahora a quién toca moverse?


Pues ya sonó la campana y estamos en el mismo sitio. Ayer jueves se cerró el plazo para la presentación de ofertas no vinculantes a la subasta de Catalunyacaixa y aunque no hay unanimidad en la prensa sobre el número exacto de ofertas presentadas, en función de sí se confirma o no la de BBVA, sí lo han hecho  Santander, Popular y  Sabadell.

Por supuesto que nada se sabe del “precio” que están dispuestos a pagar. Y mucho menos, si coincide con las pretensiones del vendedor, recordemos que 900 ó 1000 millones y un EPA de 1.600 millones en créditos fiscales, o con la de los compradores, 100 millones o menos, o nada, e incrementar hasta los 5.000 millones el EPA ofertado en dichos créditos fiscales. No olvidemos que ese EPA incrementaría el déficit público, y se debería añadir a los 26.000 millones que Bruselas, ya ha dado por perdidos de los 37.000 concedidos a la banca. Vamos, que lo pagaremos todo, todos.

De momento, lo último sabido es que el FROB se tomará una semana, hasta el próximo jueves 7 de marzo, para estudiar las ofertas recibidas. Imaginamos que para eso o también, como dijo en su momento su director general Antonio Carrascosa, para escoger entre la docena, menos una ya, alternativas que existen con respecto al futuro de este desastre de Entidad. Bueno, quizás menos dos, ya que siempre queda el volver a paralizar la subasta, aunque en este caso y de forma inmediata, sería el gobierno –y no el comprador inexistente-, quién debería acometer el plan de reestructuración marcado por Bruselas y recogido en el MOU, como condición para permitir su recapitalización con las ayudas públicas recibidas. 

Tanto lío, para estar en el mismo sitio. Porque teniendo en cuenta la trayectoria de esta subasta, todo lo anterior puede ser tan cierto como mentira, y no tratarse más que de un paripé -a ellos les valdrá como justificación “honrosa”, como la aparición sorpresa de los 3.000 millones en préstamos mal clasificados-, para acceder en silencio a las exigencias que los compradores han impuesto y así todos “guapos y honrados”: el que vende podrá decir que no cedió, y el comprador sentirse ganador y llevarse el muerto a casa y algo más.

Pero mi intención, dedicándole una entrada más en este blog a Catalunyacaixa, no es hablar de ella desde este nuevo estado de su situación. No más al menos que el dedicado en el preámbulo anterior.

Desde que este blog se inició, he dedicado varias entradas a esta entidad. Y las razones son varias. Primero, porque el desastre y hundimiento que ha vivido una parte muy importante del sistema financiero español, constituye uno de los episodios más relevantes, a la par que vergonzosos, de la realidad española de los últimos 30 años.

Segundo, porque como persona y por mi conocimiento interno de las entidades financieras, siento una profunda repulsión por la intencionalidad, implicación, impunidad y complacencia con la que se ha favorecido este desastre y las repercusiones que ha tenido para la sociedad.
Tercero, porque comparativamente a su tamaño, y siendo la que internamente mejor conozco, esta entidad representa el exponente máximo del cúmulo de desastres, gestión dolosa y ruina económica, de las entidades nacionalizadas.

Y por si fueran pocos esas 3 razones, hay una 4 que a mi consideración es la más cruenta e indignante: ninguno de sus dirigentes, tanto actuales como pasados, a fecha de hoy, se ha sometido a ningún proceso de investigación sobre su responsabilidad por el resultado directo de su gestión. Ni los sindicatos han desempañado suficientemente su papel en tal actuación, ni en la defensa de los empleados. Tanto unos como otros, permanecen acomodados en el  silencio sereno paciente. Los primeros, siguen derrochando arrogancia –y “bienes” y poder, más tangibles-, desprecio por sus empleados y clientes, alardeando de su buena gestión y de lo saneada y atractiva que es su entidad. Los segundos, reclamando serenidad y paciencia o recomendando a sus afiliados que inicien por su cuenta las acciones que consideren.

Ambas partes, Dirección y Sindicatos, se sienten cómodos con este “laissez faire, laissez passer”, sólo que en este caso, a diferencia del origen de la frase, aquí sus partícipes están plenamente a favor de la intervención del estado. O bien porque a unos les dejará impunes de sus fechorías y con los bolsillos a rebosar de dinero, o bien porque a los otros les permitirá venderse como retóricos de la lucha por arrancar un par de días más a las condiciones de un ERE, que en realidad, debería ser denunciado nada más presentado, porque el culpable de tanta quiebra y tanta pérdida no es la coyuntura ni el destino, sino responsabilidad de esos directivos.

Además de ser un pequeño escritor de un blog, soy lector de varios. Y de un año a esta parte, coincidiendo con la petición de que se iniciase la subasta por parte del mismísimo director de Catalunyacaixa: el  incalificable Adolf Todó, he podido leer centenares de manifestaciones de empleados y de personas vinculadas a esta entidad que juntas, acumulan tal catálogo de desmanes y masacres vividas en su carnes por su Dirección, que harían palidecer a cualquiera que pretendiese hacer pasar la quiebra de Catalunyacaixa como algo coyuntural e irremediable.

Y no hablamos de temas banales o de aspectos que bien pudieran pertenecer a la lógica habitual en la consecución de unos objetivos, un beneficio, más ventas y mejor resultado. No. Estamos hablando de cosas más serias.

Estamos hablando de aspectos tan relevantes para una entidad, como la responsabilidad de su Dirección, en este caso Adolf Todó, Jaume Masana y el resto de componentes de su Comité de Dirección, de su política comercial, de su remuneración variable, sus comunicaciones internas, su política de gasto, su política de precios, sus mandos intermedios, sus pautas de refinanciación  para la reducción de la demora, su cultura corporativa, etc.

Como he dicho, después de repasar centenares de comentarios donde de forma anónima –lástima, aunque comprensible- la gente deja patente su malestar y repulsa, la única conclusión posible es que sus directivos difícilmente han supuesto referente alguno de autoridad moral y valía profesional. Y parece lógico que así sea , si  como cuentan, sus mensaje fundamental nada más desembarcar en CX, era que todo lo anterior estaba mal hecho, que ellos eran los salvadores e implantadores de una nueva y mejor cultura profesional y de gestión, haciendo además una crítica constante a la mala calidad y actitud de los empleados de CX que les recibían. Tanto es así, que se les acusa de acometer una auténtica “limpieza étnica” de muchos empleados de CX en sus funciones, a favor de empleados de Caixa Manresa –de dónde venían Adolf Todó y Jaume Massana-, sin más criterio que el “dedísmo” y no su cualificación.

Es fácil también encontrar descripciones de la actitud chulesca y prepotente de esa dirección al exhibir tanto  sus propios méritos, como  el contexto y realidad de la situación de CX. Declaraciones del tipo: “Catalunyacaixa es un puerto seguro”, “El miedo lo tienen que tener los otros, los que nos compren”, “Si alguien os viene para llevarse el dinero al BBVA, decidle que al final seremos los mismos y que nosotros les pagaremos más”,…y tantas otras frases memorables, que han adornado, y siguen haciéndolo, su mandato. Cómo si se sintiesen inmunes y ajenos a cualquier juicio o responsabilidad delante de sus empleados y de cualquiera.

Unos empleados que siguen sin entender el por qué de la fusión de CX con Caixa Manresa y Caixa Tarragona ¿Son ellos los únicos que no la entienden, o es que entenderla es peor? Y en vista del resultado final de esa fusión, no han hecho otra cosa que convertir la ignorancia en suspicacia, malestar y desapego.

Descripciones sobre haber recibido presiones, casi amenazas de destierro o despido, sino “colocaban” Participaciones Preferentes como fuera o Deuda Subordinada – y aún hoy siguen haciéndolo con productos de riesgo similar-, o refinanciaban los préstamos en demora más allá de cualquier criterio razonable y lógico, únicamente porque había que reducir esa demora, aunque fuese para aplazarla unos pocos meses, parece que han estado a la orden del día en las instrucciones y difusión de la política comercial de esta entidad. Cómo también lo ha sido, una política de precios inexplicable, considerando la situación de CX, muy por encima de lo razonable, llegando a pagar unos tipos de interés próximos al 5%. Incoherente, o peor aún, injustificable.

Esta es la entidad, que mientras pagó puntualmente el Bonus a sus directivos, no lo pagaba al resto de la plantilla a pesar de tenerlo ya provisionado, con la excusa de haber realizado unas dotaciones que originaron pérdidas, cuándo las podían haber realizado al año siguiente y que, aún teniendo sentencia en contra, siguen sin pagar.

Y como no, también hay espacio para manifestarse por patrocinio al equipo de motociclismo de Marc Márquez y de su hermano, del que nadie sabe ni lo que supuso ni lo que se obtuvo, realizado con un balance ya en pérdidas y siendo una entidad intervenida. Las comidas semanales de componentes de la dirección en el restaurante, propiedad de la esposa de Adolf Todó  –ex empleada de Catalunyacaixa, por cierto y con una carrera tan ascendente como fulgurante hasta su salida… ¿incentivada?-. El exceso de miembros de la dirección, con parejas incluidas, a los viajes por Europa de incentivos de sus comerciales con más ventas. La asistencia a los Maratones de NY y Londres, de algunos directivos, etc. etc.

La cuestión no es cuántas de estas situaciones son reales o no, sino cuántas son demostrables y quiénes piensan hacerlo, porque al final, tan inútil es criticar al aire como defenderlo. Y lo que se está jugando la plantilla de CX es precisamente eso: o jugar a favor de quienes prefieren “dejar hacer, dejar pasar” o conseguir lo que se merecen, poniendo además coto a unos personajes que alardean de una impunidad demasiado sangrante y flagrante.

En sus manos lo tienen, porque ellos lo tienen todo, y no únicamente el derecho, la razón y el favor de la gente en contra de esa subespecie de directivos, que han gestionado esta entidad y tantas otras, sino que tienen las pruebas tangibles y los datos materiales en sus manos para hacerlo.

Yo lo haría, como lo estoy haciendo ya aquí en la humilde medida de las posibilidades de un blog, y en la medida que esos centenares de comentarios se atrevan a dar un paso más. 

Porque si no se da un paso adelante, sólo quedará el lamento y miles de anónimos comentarios.