De las muchas heridas por las que sangra este país en este
momento, casi el cien por cien son
causadas por el antipopulismo reinante representado por un gobierno que se
tambalea, una oposición que tiene todo y más que callar, unos partidos políticos aledaños,
que están de porquería hasta las trancas y unos sindicatos que han optado por
la mediocridad absoluta, consintiendo y callando y que tampoco representan y
defienden al pueblo.
No sé como la Sra. Cospedal, se ha permitido la licencia
escénica de soltar la lindeza de que: "Cuando
la política con mayúsculas desaparece, o aparece el populismo o aparecen los
generales".
¿Qué
es política con mayúsculas, señora mía?, ¿Usted de que árbol se ha caído? Política
con mayúsculas ¿es esta denigración constante al pueblo?, que sí, sépalo usted,
es soberano y en ningún momento ha decidido que le gobierne un partido político
lleno de chorizos, mangantes, mediocres y ladrones. Del mismo modo que tampoco espera
que haya una avalancha de putrefacción y corruptela, mire donde mire, derecha,
izquierda, nacionalismo o sindicatos, en el plantel político.
¿A
qué están jugando intentando atemorizar al pueblo con semejante desfachatez
verbal carente de raciocinio y cargada de amenaza? A día de hoy, cuando este
“pueblo” maltrecho por una crisis, que pasó de no existir con el gobierno
anterior, a tenernos abocados a un rescate económico, más allá del rescate
bancario, que más que bancario, ha sido una extorsión en toda regla al “pueblo”,
ese concepto que tan poco parece gustar al PP, a día de hoy, este pueblo no
espera más que un tiro de gracia por parte de la clase política con mayúsculas
de este país.
¿Ustedes
no se pasean por las calles? ¿No oyen las noticias? Pues bien, le informo. Estamos
al borde de los 6 millones de parados. Entre el 12 y el 13 de febrero, tres
personas se han suicidado porque les desahuciaban de sus viviendas. Las tasas
judiciales, se han incrementado hasta el punto de ser inaccesibles para la
inmensa mayoría del “pueblo”, a menos que quieran arriesgarse a que, para pagar
el coste de una querella legítima en defensa de sus derechos, les embarguen su
casa y a posteriori les desahucien, que como ya le he dicho, se ha convertido
en una práctica muy frecuente y cotidiana en este país que gobiernan y en el
que dice usted que tenemos, política con mayúsculas a la que debemos cuidar.
Sepa
usted, que no sólo hay desahucios y suicidios por ello, y los bancos se han
convertido para el pueblo en los señores feudales de esta sociedad, a los que
el pueblo les hemos reconstruido sus castillos con nuestras manos y nuestro
esfuerzo, les vamos a subvencionar su rescate con nuestros impuestos y así podrán
seguir ganando dinero a mansalva, a fin de que ellos sigan quitándonos nuestras
casas, porque ellos son los soberanos ahora.
No,
no solo hay eso y esas tasas imposibles. El pueblo, éste que tiene esa política
con mayúsculas, sufre recortes en sanidad, importantes. Tan importantes, que
las listas de espera para que a un enfermo le vea un determinado especialista
de modo urgente, en mi comunidad autónoma, es de más de los 40 días. Y no, no
hay protesta por el trato dispensado en urgencias o por parte de ningún
profesional. En este sentido, los trabajadores de la sanidad, están haciendo
todo y más, pero como bien sabe usted o debería saber, los recortes en sanidad
que ha impuesto su partido, ahora en el
gobierno, están haciendo mucho daño, y cuando se trata de jugar con la salud de
un pueblo, hay que hacer las cosas un poquito mejor desde ese lado, el de los
políticos que hacen política con mayúsculas, es decir, ustedes, su oposición y
el resto de partidos.
Podría
hablarle de muchos casos y circunstancias en sanidad que el decoro me impide
relatar aquí, sin faltar al respeto a nadie. Podría hacerlo, pero creo que es
mejor recetarle a usted, a su familia y a todos los que hacen política con
mayúsculas, algún genérico de esos que nos han metido como fármacos de
obligación en las recetas, o sino, alguno de los fármacos de sustitución,
obligatorios también, cuando los precisen, para que sean ustedes quienes en sus
propias carnes, vean y noten las diferencias que hay con los fármacos que son
obligados y los que han sustituidos. Que somos muchos los que tenemos claro, que
no son lo mismo, ni hacen lo mismo unos y otros. Eso sí, se parecen, pero no
tienen los mismos efectos (ni siquiera secundarios) en el enfermo que los necesita.
Además
de todo esto, debería también estar al corriente de los recortes en educación.
No, no se crea que este pueblo está molesto por ese empeño absurdo que tienen
ustedes en que nuestros escolares estudien en un idioma o en otro. No nos van a
engañar con fuegos de artificio. De lo que sí renegamos es de que ustedes haya
convertido la educación de los escolares de este país, en moneda de cambio y
arma arrojadiza, despreciando que ellos, por encima de políticas y
nacionalismos, sean formados y educados para tener un nivel aceptable
comparativamente con los escolares del resto de Europa, con lo que se les está
ofreciendo para formarse.
De lo
que si ha de renegar el “pueblo” es de
que hayan incrementado el precio de la universidad pública, hasta convertirla
en un artículo de lujo. Es indignante que eso sea una medida impuesta por
políticos que hacen política con mayúsculas y que si fuera necesaria tal medida,
no hayan tenido ustedes resuellos para hacer nada más, que mirar para otro lado,
igual que cuando ven que hay estudiantes hacinados en clases en las que no hay
espacio más que para cien alumnos sentados y deben entrar cuatrocientos, si no
quieren perderse esa clase.
Hemos
de suponer acaso, que la querencia es que haya un paréntesis en la
proliferación de universitarios en este país, es decir, cuatro años, su
legislatura, en la que mengüe sensiblemente el número de jóvenes con titulación
universitaria. ¿No creerán ustedes, que estas personas por no haberse formado
en la universidad, en las próximas elecciones les van a votar, verdad? ¿No
esperarán que se sientan satisfechos porque un gobierno en la época de los
políticos que hacía política con mayúsculas, impidió su acceso a una carrera
universitaria, porque ese gobierno, decidió que estudiar una carrera era un
artículo de lujo? No hay problema, ¿verdad? Sus nietos y los nuestros, no serán
nunca amigos, como las nietas de la Sra. Botella y las de la Sra. Aguirre.
Yo no
sé como se le va quedando a usted el cuerpo señora, pero a mí, se me ha descompuesto
el estómago. Me da repelús pensar que esta sociedad es la que debe estarse
quietecita y calladita, no sea que los políticos de la política con mayúscula
se inquieten y nos tengan que recordar eso de: "Cuando la política con
mayúsculas desaparece, o aparece el populismo o aparecen los generales".
Porque total, en esta situación, ¿Quién va a preocuparse de pensar en el pueblo?
¿Quién puede tener algo que le inquiete para protestar contundentemente?
Para
más inri y por no dejar demasiados palos sin tocar, la situación de este país, sangra
también por la corrupción. El pueblo se siente engañado, estafado, defraudado,
porque mientras le han recortado todo lo imprescindible y necesario, y paga
impuestos hasta por mirar el sol, aquí se indulta a cualquier mindundi que
tenga amigos, padrinos o conocidos que paguen bien. El PP, ha concedido durante
el año 2012 mas indultos que Adolfo Suarez en toda su legislatura, debería
hacerles pensar algo a todos los políticos con mayúsculas, teniendo en cuenta
la diferencia de circunstancias y sobre todo cuantos indultados hay en 2012,
condenados por corrupción, cuántos eran del PP, y también un llamativo, el
indulto de los “mossos d’esquadra”, condenados por torturas. De los indultos de
2013, ¿para qué hablar?, ya tienen ustedes bastante patata caliente con el
conductor kamikaze.
A
estas alturas de mi populista y humilde exposición, los políticos de la
política con mayúsculas, si tuvieran un poco de vergüenza, ya tendrían ganas de
esconderse, no sea que lo que pueda aparecer es un Robín Hood que se dedique a
robar los coches de los garajes de quienes no saben que los tienen y los sobres que nadie recuerda,
para dárselo a los necesitados, que anda que no hay para repartir. Eso sí sería
una medida populista, señora, pero en el mejor sentido de la palabra, porque
nadie protestaría porque alguien le robara algo que nadie reconoce como propio,
ni sabe de su existencia. También podría robar el dinero de los sobres, o no,
de otros partidos políticos, ya que parece que esta es una práctica bastante
frecuente y ¿cómo no?, el de los Eres que se extravió y así una larga lista,
tan larga, como aquella de la que habló el Sr. Almunia el 28 de noviembre pasado
y mucho más.
Sería
el robo perfecto, que levantaría al país ¿no se ha dado cuenta? Nadie podría
reclamar lo que nadie tiene huevos para admitir que existe y al final, el
dinero volvería al pueblo, que ya sabe, muy a su pesar, y al de los políticos
que hacen política con mayúsculas, es quien es soberano, les guste o no. Me
parece mezquino amenazar a un pueblo que está cansado de ser esclavo de las
miserias de una clase política corrupta, gobernantes, parlamentarios, gestores
de bancos, jueces y sindicatos que se unen al carro de poner el cazo o callar
como zorras agazapadas.
Deberíamos
haber dejado de votar en la primera ocasión que dio esta democracia
convirtiéndose en una democracia de sainete dando espacio a la corrupción, con
el caso del “hermanísimo” y negarnos a votar mientras los valores éticos y
morales de la clase política de este
país pasen por que alguien se gaste más de 100 € en confeti en una fiesta de
cumpleaños de su familia, aunque sea la del sursuncorda, o se consientan los indultos por parte del
poder judicial que se consienten, orquestados por el gobierno, o simplemente
haya quienes roben o se lucren de manera indecente y a cuenta del contribuyente
y termine yéndose de rositas, indultados o no juzgados sin devolver un céntimo
de lo conseguido de manera fraudulenta.
Y no creo que haya muchas ganas de hacer de
salvapatrias de un país como este por parte de nadie, salvo de algún mezquino
que pretenda tomar el relevo a los que ya han robado antes, mientras la
política con mayúsculas que tenemos, de vergüenza ponerla hasta con minúsculas,
por que muy a su pesar…a esto, no se le llama política, se le llama…
¿A ver si
lo adivinan?
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