Aun queda un aplastante grupo de población
que no sufre de las grandes enfermedades que atenazan el país. Somos muchos,
los que no somos banqueros ni vivimos de ello, muchos los que no somos políticos
ni cobramos un sueldo por dedicarnos a la política y tampoco trabajamos para ningún
sindicato que nos subvencione la existencia.
Gozando de salud ante esas
enfermedades y además siendo conscientes de los coches que tenemos en nuestro
garaje y de que los sobres que manipulamos suelen contener facturas de gas,
comunidad o cosas similares, somos muchos los que estamos asqueados con las
situaciones indignantes, que por permanecer “inmunes” a estas “enfermedades”,
nos está tocando vivir gracias a estos “enfermos” de la política, los bancos,
los sindicatos y demás.
Un sindicato, según obra en la constitución
española, la cual les ampara, es “La organización que defiende los intereses
de los trabajadores”. Según la RAE
es “La Asociación
de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses
profesionales, económicos o sociales de sus miembros”. No habrá muchos españoles que estén de
acuerdo ni con la primera ni con la segunda definición.
Con la primera, es tan fácil no estarlo y
contestar… ¿Qué defienden que? ¿A quién?, pero para no hacer demagogia barata,
que le pregunten uno a uno a los casi seis millones de parados que tenemos, si
se sienten defendidos por los sindicatos, o mejor a los trabajadores y
trabajadoras que van pasando por eres y mas eres, perdiendo o no su empleo, porque
malo es irse, y malo es quedarse a la espera del próximo. A veces, la
incertidumbre es tan dura anímicamente como lo es vitalmente la certeza.
La segunda opción, la de la RAE, es aun más fácil
de contestar y sino, se lo podemos preguntar a los trabajadores del Forem, a
los que CCOO sacó de sus empleos con un ERE y aplicando meticulosamente la
normativa de la nueva reforma laboral, 20 días por año y 12 mensualidades y una
gloriosísima explicación por su parte: “No seáis demagogos, se os aplica la legislación vigente”. No creo
que haya mucho más que decir.
Hay cosas que duelen en el alma y cuando se cree en
algo de verdad, que esa verdad no sea tal, duele más. Y duele y esquirla la
confianza de cualquiera, leyendo al Sr. Toxo en sus últimas declaraciones: considera que el "striptease fiscal" de los partidos es "hipócrita y cínico"
En otras circunstancias, seria
loable ese comentario, básicamente porque es veraz y certero, pero
¿ahora? y ¿por el presidente de CCOO? Me duele, de verdad, dar respuesta a
esto, pero : “Al parecer, CándidoMéndez e Ignacio Fernández Toxo tienen muchas dudas sobresi construir o no un "techo de cristal" sobre UGT y CCOO”.
La
transparencia, relativa a las “cuentas” de políticos y partidos, en tanto en
cuanto nos muestran su contabilidad “oficial” con sus declaraciones de renta y
de patrimonio, evidentemente no es más que un engañabobos. Algo para acallar la
“incomodidad” natural de un pueblo, una cortina de humo con el discurso de “nosotros
ya hemos enseñado nuestras declaraciones de renta y de patrimonio”. Es cierto,
pero ¿Podemos esperar que alguna vez, que políticos y demás plaga de corruptos,
muestren abiertamente sus ingresos… ¿”B”?, ¿”Avión”? o como convenga llamarlos,
pero que seguro les proporcionan mas de alguna comodidad a la que no llega su
sueldo “oficial?
Dudo mucho
que alguna vez, una empresa tan corrupta como es la política en este país y todos
sus enmarañados aledaños y colaboradores, deje al aire sus vergüenzas y tenga
la dignidad de decir “aquí estamos y esto somos” que incluiría decir también,
todo esto hemos robado y conseguido de modo ilícito.
Pero
resulta indignante que el Sr. Méndez y el Sr. Toxo digan que “verdes las han
segao”, y que ellos no enseñan nada. ¡! Joé !! luego dicen que la mujer del César,
no solo tiene que ser pura, sino parecerlo. Pues estamos apañaos con los “presis”
sindicales, ni parecerlo, ¿no sea que nos lo creamos?
Y en parte tienen razón, es difícil de creer
que con los sueldos que “deberían” corresponder
a sus cargos, puedan acceder al nivel y frecuencia de ser “clientes habituales”
de determinados restaurantes, como lo es el Sr. Méndez de algunos, que
simplemente opto por no nombrar, para no herir la sensibilidad de sus confiados
afiliados. Si bien es cierto que el Sr. Toxo, tampoco se queda atrás con su
crucero de lujo por el Báltico, sus vacaciones en Madeira o su ático VPO enMontecarmelo.
Si alguien
ha pensado que es su tiempo libre y su dinero y pueden hacer con ello lo que
mejor les convenga, no voy a quitarle la razón, pero cuidado, los presidentes
sindicales se deben a sus afiliados y por consecuencia, también a todos los
trabajadores. Defender los derechos de estos y abanderarse como defensor de la
lucha de clases, resulta un poco anacrónico y difícil de creer cuando se hace
porque “en su tiempo libre y en sus vacaciones, hacen lo que quieren”. Creo que
deja muy clara la doble moral, la falta de ética y sobre todo, una tenebrosa
falta de respeto para con quienes hoy, viven por su situación de trabajadores o
de parados, un cisma, simplemente a la hora de comer cada día.
Proviniendo
ambos de una facción tan importante y controvertida como la del metal, no logro
entender como han llegado a este lavado de cara. Si bien es cierto que al Sr.
Toxo, que cumplirá el próximo noviembre 61 años, le queda ya muy lejos el
recuerdo de cómo participo en la organización de la huelga de Marzo de 1972 en
El Ferrol con sus incombustibles 19 años. Parece que la memoria se difumina con
el tiempo y se va obviando trabajo y compromiso de antecesores que han dado
todo por los movimientos sindicales, criticados o no, como el Sr. Fidalgo que en
sus 8 años encabezando el sindicato incrementó en medio millón la masa
sindical, a pesar de ser tildado de inconsecuente con la ideología política del
sindicato. O al Sr. Nicolás Redondo Urbieta, otro histórico del metal, cuya aportación
elegante y desinteresada a la política y a UGT debería ser una lección para
muchos.
Ante estas circunstancias tan paradójicas como
incoherentes con las razones que se le suponen a los sindicatos y a sus líderes
no puedo por más que sentenciar…
Si el Sr. Marcelino Camacho levantase la cabeza….
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